jueves, 25 de agosto de 2011

El Proyecto que no fué.

              ¿Será que ya existía la corrupción?



Y el Dr. Don Benito Pinasco dirige una solicitud al gobernador Don Luciano Leiva, para que por su intermedio, se elevara a la Cámara Legislativa, un pedido para que se le concedan exoneraciones impositivas para la extracción de tanino del quebracho colorado. En las consideraciones y fundamentos de su carta, el abogado proponía un proyecto muy adelantado para su época y patriótico desde todo punto de vista.. En primera instancia llamaba la atención de los poderes públicos que parecían no darse cuenta de las futuras consecuencias ecológicas de la despiadada explotación del quebracho colorado y de que las utilidades de esa explotación del quebracho colorado y de que las utilidades de esa explotación no beneficiarían a la nación : “Una de las principales riquezas de la Provincia , la constituyen nuestros montes de quebracho, los que ahora sin consideración alguna y sin pensar en las utilidades que en el mañana podrían ofrecernos.
“¿Cuánto tiempo falta para que esos montes resulten talados por completo y cuánto tiempo será menester para que los mismos se encuentren renovados ?
“Si en pocos años tendremos lo primero, y si no bastará un siglo para lo segundo , ¿por qué abandonar nuestra riqueza sin sacar de ella prudentemente el provecho que debe reportar? 
“Los rollizos del quebracho, exportados en cantidades fabulosas, van al extranjero, donde reducidos a la forma de aserrín, se emplean ventajosamente en las curtiembres, en cambio de la corteza del roble y otras maderas conocidas.”
Pero el Dr.Pinasco iba más allá de esa advertencia, también exponía técnicas sobre la ventajas económicas que reportaría la fabricación de quebracho en el lugar de origen de la materia prima : “Sabido es, que diez kilos de tanino reemplazan suficientemente a cien kilos de aserrín . Es decir, que si en vez de quebracho, si en vez de rollizos, exportamos tanino, solamente con la diferencia del flete, obtendríamos un considerable beneficio.”
En definitiva, cuatro años ante de la instalación de la primera fábrica de tanino levantada en el territorio Provincial, Pinasco proponía desarrollar una nueva industria, con capitales, técnicos y trabajadores exclusivamente Argentinos. “Por otra parte y sí solicito de los poderes públicos, una ayuda para el desarrollo de esta industria nueva, ofrezco en cambio, tener en mi establecimiento y durante todo el término de la concesión, técnicos jóvenes mayores , de catorce años, designados por el Poder Ejecutivo, los que serían reemplazados a medida que estuvieran instruídos de todo el procedimiento.”
Tal como lo había advertido, su pedicción se concretó, después de 70 años, tomando como punto de partida la prolongación del ferrocarril Francés al norte provincial hacia 1890 como medio de transporte fundamental para el traslado de la madera a los puertos de embarque, y el cierre de la última fábrica de tanino de La Forestal Argentina en la localidad de La Gallareta en 1963, miles y miles de hectáreas de bosques de quebracho fueron desbastados, indiscriminadamente y los beneficios de esa extraordinaria riqueza natural fueron distribuidos entre los accionistas de las empresas Alemanas, Francesas, Inglesas y Norteamericanas.
Si bién la Cámara de Diputados sancionó un proyecto de ley, exonerando de todo tipo de impuestos fiscales por el término de diez años a las fábricas de tanino que existían en ese momento o se creasen dentro de los dos años de su aprobación, la ley no obtuvo la doble sanción de la cámara de Senadores y no fué promulgada. El expediente iniciado por el Dr. Pinasco, lamentablemente para el nacimiento y desarrollo de lo que hubiese sido una gran industria nacional de quebracho, fué archivado en la legislatura, por lo que el visionario proyecto no llegó a concretarse inclinando el rumbo de la industria hacia una dirección con cosecuencias lamentables para el futuro de todo el Chaco Santafesino.



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