martes, 30 de agosto de 2011

La logística de los capitales extranjeros.

Gastón Gori comienza su libro titulado “La Forestal” diciendo:




“Abriendo picadas”.
En este libro se nombra “La Forestal” como denominador común y síntesis de los distintos nombres que caracterizaron la razón social que se iniciara(...)



Si lo tratamos cronológicamente es más fácil de entender tomando los relatos de David Quarin y César Ramírez. Me consta y puedo dar fe de la documentación que tuvieron en el momento en que desarrollaron esta extensa investigación documental, en los archivos de la provincia de Santa Fe.


La primer fábrica de tanino en el Chaco santafesino.




Las excelentes cualidades del Quebracho ya eran ampliamente difundidas en todos los países industriales de Europa por lo que éstos demandaban anualmente miles y miles de toneladas de rollizos de los bosques del Gran Chaco. Sin embargo, el elevado costo del flete, las facilidades impositivas para sacar los milenarios troncos de una región con escasos medios de comunicación, las demoras propias de la época y las facilidades impositivas que le brindaban los gobiernos locales, determinaron que sería más provechoso obtener el extracto del Quebracho en su lugar de origen, tal como lo estaba anticipando el doctor Pinasco..

Los orígenes de esta industria en sud América se remontan a principios de la década de 1890 a las fábricas de puerto Casado en Chaco paraguayo y a la de Pehuajó en el departamento de empedrado, provincia de Corrientes.
La primera de ellas fue instalada por el empresario español Carlos Casado dentro del latifundio de 3000 leguas cuadradas de tierra que había adquirido del gobierno paraguayo luego de la ley de ventas de tierras públicas de 1885. Después de un viaje por el viejo continente en 1887, donde visita una planta industrializadora de tanino con Quebrachos de estas latitudes, Casado decide inmediatamente adquirir maquinarias y contratar técnicos especializados para poner en funcionamiento una similar en sus tierras; dos años más tarde su empresa llamada "La Hispano-Paraguaya", ya está en actividad con una capacidad anual de 1000 Tn. y una pequeña flota mercante para abastecer y comunicarse por las rutas de los ríos Paraguay y Paraná.

La segunda fue montada en 1894 sobre las márgenes del río Paraná en un paraje llamado Pehuajo (que en guaraní significa fondo pantano), por el doctor Schmidt para la firma alemana de Hamburgo, Gebr. Herwig. En sus comienzos esta fábrica podría devorar mensualmente cerca de un millar de toneladas de madera y contaba con un puerto de embarque que le permitía evacuar hacia el sur su producción.

En el caso concreto de la provincia de Santa Fe, los pioneros de la industria del tanino de Quebracho Colorado fueron los hermanos Carlos y Alberto Harteneck, de nacionalidad Alemana.

Hacia fines de 1895 la Comisión de fomento de la colonia Luis D’ Abreu. (Estación Calchaquí) autoriza a la firma Harteneck y Cia. A construir sin pagar derecho de instalación, un gran aserradero a vapor, se trata de la primera de las cuantiosas concesiones que los poderes públicos comunales y provinciales harían en el futuro de estos poderosos e influyentes empresarios, y del antecedente de la primera fábrica de tanino dentro de los límites provinciales.

Esta sociedad ya venía realizando importantes negocios en la plaza comercial e industrial de nuestro país desde agosto de 1889, cuando los hermanos Carlos y Alberto conforman la firma "Harteneck y Cia." Para la explotación de tres actividades económicas: fábrica de suelas y aserradero a vapor en la localidad de La Paz, entre Ríos; casa de comisiones y asignaciones de mercaderías en general en la ciudad de Santa Fe; y, tal como lo mencionábamos anteriormente una importante explotación de montes en el norte provincial.

La instalación del aserradero se efectivizó rápidamente preparando tablones de Quebrachos para exportarlos a Europa. Tres meses después de la autorización, la Comisión de fomento concedía un nuevo permiso a la casa comercial, esta vez para cruzar dos calles con la prolongación de un desvío para el establecimiento maderero, este aserradero era sólo el principio de lo que tenían previsto los empresarios Alemanes. Muy pronto, después de instalar una planta piloto para extraer tanino en pequeña escala, decidieron ampliar su proyecto con la instalación de un enorme y moderno establecimiento taninero a la altura de los que existían en Europa, pero con una doble ventaja, la materia prima abunda y no hay que pagar flete. En junio de 1899 Harteneck se presentan ante la Cámara de Senadores de la provincia solicitando la exoneración de impuestos por el término de 15 años a su fábrica en construcción, sustentándose en los siguientes argumentos: que la instalación del gran establecimiento, dadas sus proporciones y dependencias, les demanda un importante gasto, estimado en $1.100.000 que por ser una industria naciente y única en el país es imposible obtener rendimientos a corto plazo que permitan recuperar el capital invertido; que la necesidad de importar del extranjero personal técnicamente especializado demandará remuneraciones elevadísimos; que la fábrica será una verdadera fuente de recursos para la población de Calchaqui y un impulso poderoso para toda la región ya que dará ocupación a más de 400 obreros; y que existen como antecedentes, dos fábricas de tanino (la de puerto Casado, Paraguay, y Pehuajo, Corrientes) que gozan de franquicias aún mayores de las que ellos solicitan. A diferencia de lo que había sucedido cuatro años antes con el pedido del doctor Pinasco, esta vez, la legislatura provincial le da curso favorable a una solicitud de privilegios impositivos y redacta un proyecto de ley que después de una serie de modificaciones y arreglos en la comisiones de hacienda y legislación de la Cámara de Diputados queda finalmente sancionada y promulgada de la siguiente forma:

artículo 1- exonérese del pago de impuestos fiscales de contribución directa y patentes por el término de 10 años, a contar desde la promulgación de esta ley a las fábricas para la extracción de tanino establecidas o que se establecieran en la provincia.

Artículo 2- comuníquese.

Sala de sesiones, Santa fe, agosto 17 de 1899.

Hacia fines de 1899, principios de 1900, la planta industrial de los hermanos Alemanes ya está en condiciones de iniciar actividades fabriles, convirtiéndose así en la primera de las cerca de 20 fábricas de tanino que en los años venideros inundarían de humo el cielo del norte de Santa Fe y el territorio nacional del Chaco. El establecimiento, dotado de una capacidad productiva de 7000 Tn. anuales de estracto, una fuerza motriz de 700 caballos y una usina de luz eléctrica, se encuentra a la altura de las primeras de su género y puede dar ocupación a un total de 140 operarios. La sanción de la ley provincial de 1899 exoneraba del pago de algunos impuestos a la industria del tanino representó el marco legal que los empresarios extranjeros necesitaban para iniciar la explotación extensivas de los bosques de Quebracho, ya que el problema de las comunicaciones y del transporte y la madera se encontraba solucionado con la extensión y habilitación al servicio público de las líneas ferroviarias en los departamentos del norte de la provincia además de las consiguiente instalación de pequeños ramales que se internaban en los ramales hacia los laterales de las villas el terreno ya estaba listo. El incipiente siglo XX sería testigo de la fiebre del extracto del Quebracho y el consiguiente surgimiento de varias fábricas, obrajes y sociedades comerciales tan sólo en el norte de la provincia de Santa Fe, sin contar el territorio nacional del Chaco y la vecina República del Paraguay, se crearon en la década de 1910 cerca de una docena de sociedades dedicadas a la explotación del Quebracho, muchas de ellas con modernos establecimientos para obtener el preciado tanino. Siguiendo el camino marcado por los hermanos Harteneck, numerosos capitalistas extranjeros y locales fueron adquiriendo tierras con abundante materia prima, construyendo pequeños ramales que se conecten con el río Paraná o con las vías del ferrocarril francés, canalizando esteros y cañadas que le aseguren la provisión permanente de agua dulce, contratando de Europa o de las grandes urbes de nuestro país especialistas que le aporten conocimientos técnicos a la naciente industria. Los mismos barcos que transportaban hacia los países industriales los troncos de Quebracho, volvían cargados de gigantescas maquinarias que iban a ser puestas en funcionamiento en esta región.



La fábrica de Villa Guillermina (Portalis y Cia.)

A la primigenia fábrica de Calchaqui le sucede en el año 1903 una nueva planta, ubicada a unos 300 km al norte, en una comarca llamada Villa Guillermina. La iniciativa era de una firma francesa que giraba en la plaza comercial bajo la razón social "Portalis y Cia.”, constituida en enero de 1896 e integrada por los hermanos Federico y Carlos Portalis y sus compatriotas Clodomiro Hileret y Víctor Negri, estos últimos, residente en la ciudad capital de Tucumán, se dedicaban a la industria azucarera. La sociedad tenía como meta la explotación de todos los ramos del comercio en general por cuenta propia o a comisión, colonización de campos para agricultura, ganadería y explotaciones forestales, compra y venta de campos, terrenos y fincas rurales.

Ya desde las últimas tres décadas del siglo XIX, los hermanos Portalis habían acumulado una vasta experiencia comercial y financiera en nuestro país, ubicándose entre los empresarios franceses más destacados que aquí incursionaban en los rubros de importaciones de máquinas y equipamientos franceses, como la exportación de lana azúcar y Quebracho, además de las finanzas ya que intervinieron en la colocación de varios empréstitos a la nación y las provincias de Buenos Aires y Santa Fe, además de la financiación y construcción del ferrocarril de Santa Fe.

En octubre de 1902, en virtud de una solicitud de los señores Portalis y Cia., el gobernador provincial Rodolfo Freire no resuelve a autorizar provisoriamente la instalación de un decauville que atravesaba una isla fiscal al norte del departamento Reconquista en una extensión de 9 km, para el transporte de la madera de su monte. Dicha autorización era ratificada por la legislatura en junio de 1903, convirtiéndose en ley provincial número 1166.

Un año después de la autorización oficial, plazo que se le había fijado para instalar el decauville, Portalis dirigió una nota al mismo gobernador para informarle que, a pesar de las inundaciones y las abundantes lluvias que habían obstruido los trabajos, la obra ya estaba concluida, y agradecerle al haber su buena voluntad. En esa misma nota aparece un dato fundamental que nos aproxima al origen de la fábrica y futura población de Villa Guillermina, cuando los referidos empresarios manifiestan: "... hemos llevado la obra a feliz término llegando ahora los rieles a la obra de Villa Guillermina al kilómetro 34... la comarca antes abandonada, está llena de obrajes y logramos que esa prosperidad seguirá en aumento. Sobre todo con el establecimiento de la fábrica que estamos concluyendo." Se referían a la construcción de una gigantesca fábrica, la más grande y moderna que se había levantado en el mundo. Se desconoce el momento preciso del inicio de actividades, pero hacia septiembre de 1904 algunos documentos nos hablan de que el establecimiento se encontraba en plena elaboración del tanino.



La primera forestal: "Compañía forestal del Chaco".

En una asamblea, celebrada el 21 agosto 1902 en la ciudad de Buenos Aires, quedará constituida provisoriamente la sociedad anónima bajo la denominación de "Compañía forestal del Chaco", integrada por los siguientes accionistas Carlos y Alberto Harteneck, Carlos y Federico Portalis, Víctor Negri, Enrique Gruber, Carlos Schickendantz, Brígido Terán, Juan Pláter y Ricardo Petersen. Luego de obtener la aprobación de sus estatutos y la personería jurídica, la nueva firma comienza ampliar su patrimonio incorporando, en forma de acciones, las propiedades de aquellas sociedades que habían iniciado el camino de la industrialización del Quebracho en el norte santafecino: Harteneck y Cia. y Portalis y Cia., para diciembre de ese año ya habían adquirido unas 120,000 ha, de uno que vírgenes y en los próximos dos años se alegraría también las fábricas de Calchaquí y Villa Guillermina, además de los ferrocarriles, puertos y miles de cabezas de ganado



La Mocoví Tannin Company.

Avizorando el excelente negocio del tanino, la sociedad inglesa "Wilson Hnos. & Cia..” adquiere, hacia el 1900, unas 30 legua cuadrada de monte de Quebracho honor del departamento reconquista con la firme intención de establecer una extranjería, proyecto que finalmente consumarían 1904. El establecimiento se hallaba en medio de esos dominios a uno 30 km en dirección oeste partiendo de la colonia Ocampo y siguiendo un improvisado camino que atravesaba expreso su monte vírgenes, arroyos y cañadas.

Con la aérea de ampliar su empresa e introducir nuevas inversiones de capital, los hermanos Andrés y Gustavo Wilson transfiere en ese último año la totalidad de su patrimonio a la "Mocoví y Tannin Company.” Y se convierten en accionistas de la recién constituida Sociedad, compartiendo la mesa directiva con Samuel Carlisle y José Auger. Sin entrar en mayores detalles y a modo de síntesis se puede decir que los tres expedientes iniciados ante el ministerio de gobierno por la referida sociedad en el primer semestre de 1904 solicitando autorizaciones para la instalación de una línea telefónica entre Amoco y y Ocampo; el arreglo y mantenimiento del camino que unía eso mismo. Y un tajamar en el estero del norte, próximo a la fábrica, nos están demostrando la importancia del complejo industrial; la cual se magnifica aún más cuando leemos la crónica relatada en mayo 1905 por el corresponsal viajero del diario nueva época, don Manuel Cervera, sobre menores de la fábrica, su funcionamiento técnico y la realidad del poblado que se iba formando en su derredor.

La Argentine Quebracho Company.

Una cuarta planta salinera surge por estas latitudes con el despuntar del nuevo siglo, la fábrica de Tartagal, la cual aparece estrechamente vinculada a una empresa de origen estadounidense: la "Argentina y Quebracho Company".

En septiembre de 1903 los comerciantes norteamericanos De Witt Clinton Jones (Jr.) y Josep E. Stevens crean en la ciudad norteamericana de Nueva York una sociedad anónima para explotar y comercializar maderas duras en el Chaco santafecino. Inmediatamente, en ese mismo mes, deciden autorizar a sus compatriotas, los señores Frederic W. Whiting y Wiliams J. Stevens, para firmar un contrato de arrendamiento con la sociedad de crédito territorial de Santa Fe por una extensión de tierra, ubicada al norte de la provincia, que rondaba en las 193,500 ha de bosque, divididas en doce fracciones; y dos años después, en mayo de 1905, los mismos apoderados adquieren definitivamente, por medio de un contrato de compra-venta esa enorme propiedad por un monto de $1,650,000 moneda nacional de curso legal.

La aludida inversión tenía un objeto bien concreto que justificaría en un corto plazo es exuberante cifra: aprovechar los excelentes dividendos que generaba la próspera industria del Quebracho. Para ello, el paso siguiente dado por la sociedad fue la instalación de una fábrica la altura del kilómetro 21,600 del "Ramal del Rey" que conectaba las localidades de Intiyaco y Villa Guillermina, dotándola de todo lo detalles necesarios que garantizaría su efectivo funcionamiento: maquinaria moderna, generadores de luz eléctrica, sistemas de diques para almacenar agua dulce, y un decauvil de trocha angosta para trasladar la materia prima.



Otras sociedades explotadoras del quebracho.

Cuantiosas fueron las empresas dedicadas a la explotación del Quebracho que nacieron en la primera década del siglo XX. Entre ellas podemos mencionar a dos firmas que poseían modestas fábricas: "la Zulema", propiedad de aquel visionario que había sido ocultado por los poderes públicos, el doctor Benito Pinasco, situada en el kilómetro 43 de la vía Vera la Sábana, al norte de la estación Guaycurú; y la empresa "El Quebracho", patrimonio de la Compañía de tierras de Santa fe, ubicada a unas tres leguas en dirección oeste de la estación Fives Lille, en el departamento San justo. Más tarde, luego de 1910, con la compañía "La Forestal" vendrían los establecimientos de Villa Ana y Santa Felicia. Se debe mencionar también que entre las empresas dedicadas exclusivamente a la exportación de tronco de Quebracho se destacaban sus niveles productivos las siguientes firmas: la conocida compañía de tierras de Santa Fe (ex Murrieta y compañía) con sus montes al oeste del departamento Vera; laUrdaniz & Cia., ubicada al oeste de la colonia Florencia; Ernesto Toepcke y Cia., en la estación el Toba del ferrocarril francés; Freisz & Cia., con campos en estación Garabato y administración en Reconquista provincia de Santa Fe.


Se constituye la "Compañía de Tierras, Maderas y Ferrocarriles La Forestal Limitada”
la creciente demanda internacional del producto tánico enfrentó a la compañía forestal del Chaco con la necesidad de mayores inversiones de capital para incrementar la producción. Para abastecer esa demanda le era imprescindible, entre otras cosas, multiplicar las hectáreas de bosques, construir nuevas fábricas, extender líneas férreas, acondicionar puertos y ampliar la flota mercante; por lo que en 1905, el directorio acudió a la conocida firma bancaria londinense Emile d’ Erlanger &Cia. (La cual se dedicaba a financiar emprendimientos industriales en países sudamericanos) para gestionar la obtención de esos capitales.

Después de un estudio preliminar, el títular de la firma bancaria, el Barón d’Erlanger, advierte las lucrativa utilidades de efectividad económica por lo que decide apostar en el negocio. De modo que el 26 marzo 1906, inscribe en el registro público de comercio de Londres la sociedad "The Forestal Land, Timber y Railways Co. Ltda.”, Con un capital de 1 millón de libras esterlinas; y el 5 abril, mediante la firma de un convenio, la compañía Forestal del Chaco le transfiere sus propiedades a favor de la recién constituida empresa. Entre lo aportado a "la forestal" se contaba con unas 775,000 ha de montes, 500,000 en propiedad y 275,000 en arrendamiento, 160 km de vías férreas de trocha angosta; dos fábricas de tanino, la de Calchaquí y la de Villa Guillermina, todo el material de transporte rodante (locomotoras y vagones) y fluvial (cargueros, remolcadores y lanchas); el puerto Piracuacito y miles de cabezas de ganado.

En junio ese año "la forestal" consiguió la autorización del poder ejecutivo nacional para establecer una sucursal argentina, y en febrero de 1907, la junta directiva, haciendo uso de las facultades que le confirieron los estatutos sociales acuerdan en Londres nombrar un consejo directivo local de la compañía residente en hacia de Buenos Aires, para que sean sus apoderados y representantes.

En los años posteriores, "la forestal" iría absorbiendo una a una a las empresas competidoras, monopolizando la producción y comercialización del Quebracho Colorado:
1906, adquiere la concesión de los troncos de Quebracho para exportación y el extracto producido por la planta "el Quebracho" (Fives Lilles) de la Compañía de tierras de Santa Fe.
1907, compra la fábrica e Pehuajó de Herwig Hnos.; construye su propia flota fluvial: la “Compañía Argentina de Lanchas”.
1908, contra la totalidad de las propiedades del Mocoví Tannin company.
1909, adquiere control sobre la venta de la producción total de extracto de la sociedad "Quebrachales fusionados" (Puerto Tiról, Chaco), su principal competidora en el mercado.
1910, compra el ferrocarril que unía Villa Adela con Puerto Ocampo, extendiendo lo hasta la nueva fábrica en construcción en campo redondo (Villa Ana).
1912, cierra la fábrica de Calchaquí.
1911, comienza a funcionar la fábrica de Villa Ana y se clausura la de Mocoví.
1913, se fusiona con la Compañía de Tierras de Santa Fe, a la Compañía de Tanino de Santa Fe (la Gallareta).
1914, compra la totalidad de las propiedades de la Argentine Quebracho company.
1915, comienza a funcionar la fábrica de Santa Felicia.






Entre los años 1920 y 1940 sus tentáculos también abrazarían a las compañías "fontana limitada", "Quebrachales Asociados del Norte" (Villa Jalón y colonia Baranda, Chaco),Énrique Pfahl S.A.”(Reconquista), “Compañía industrial del norte de Santafé” (Villa Ocampo), "Quebrachales fusionados" (Tuerto Tirol), la mayoría de las cuales era inmediatamente clausurada como un modo de eliminar la competencia y quedarse con su cupo comercial en el mercado internacional.


La compañía "la forestal" alcanzaría su máximo poderío y extensión territorial después del año 1914, concentrando alrededor de 2,500,000 ha de bosques propios, arrendados y concesionados. Dentro de ese gran latifundio funcionaría esencialmente cuatro fábricas: Villa Guillermina, Tartagal, La Gallareta y Villa Ana, que estaban circundadas por pueblos dotados de todas las comodidades y servicios, y comunicadas por más de 400 km de líneas férreas y 3 puertos: Piracuá, Piracuacito y Ocampo. A ello hay que sumar varios establecimientos ganaderos, como por ejemplo las estancias La Aurora, El Nogué, El Tourne, La Blanca, Santa Lucía, Las Gamas, donde se producirán miles de vacunos para consumo particular, ventas y bueyes para los trabajos de acarreo y arrastre.

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